Fundación Forestar

¡SUMATE A SER VOLUNTARIO!

AQUÍ VAS A ENCONTRAR UN ESPACIO DE COMUNIDAD, APRENDIZAJE Y CONEXIÓN CON LA NATURALEZA.

Lo que necesitamos de vos:

- Que vengas con ganas de aprender, compartir y sembrar vida.

- Edad mínima: 16 años (con autorización y acompañamiento en caso de ser menor de edad).

- Que te comprometas a los días y horarios que elijas.

- Que traigas respeto, empatía y una sonrisa: son las mejores herramientas para trabajar en equipo.

- No hace falta experiencia previa, ¡solo tu buena energía y amor por la tierra!

Cómo convivimos en comunidad:

- Nos tratamos con respeto, valorando la diversidad y escuchándonos con paciencia.

- Cuidamos juntos las herramientas, los espacios y cada plantita que ponemos en la tierra.

- Si un día no podés venir, nos avisas: tu compromiso es importante para todos.

- Entre todos mantenemos los espacios limpios, ordenados y llenos de buena energía.

Lo que te vas a llevar:

- La alegría de haber aportado tu granito de arena al planeta.

- Nuevos aprendizajes sobre la naturaleza, la huerta, los árboles y mucho más.

- El calor de una comunidad que comparte, ríe, canta y celebra la vida en cada encuentro.

- En Forestar creemos que el voluntariado es un camino de servicio y comunidad.

- Más que un conjunto de tareas, es una oportunidad de crecer como personas, aprender de la naturaleza y sembrar futuro juntos.


¡Gracias por sumarte a cuidar, crear y soñar con nosotros!

EJES DE PARTICIPACIÓN DEL VOLUNTARIADO

VIVERO DE NATIVAS
HUERTA COMUNITARIA
AULA VERDE
TALLER DE BAMBÚ
CONVERSATORIOS
FESTIVAL AULA VERDE

vivero de nativas 

El vivero es el corazón de la Fundación. Aquí comienza el ciclo de vida de los árboles que poblarán el Biocorredor Camino a las Yungas y que también serán compartidos con la comunidad. Cada voluntario se convierte en guardián de la vida desde su semilla hasta su crecimiento

Actividades principales:

– Recolección de semillas de plantas madres en salidas al monte, cuidando la diversidad y seleccionando las mejores especies nativas. 
– Producción de sustrato propio y abono orgánico (bocashi), devolviendo a la tierra nutrientes que luego alimentan la vida nueva. 
– Siembra, repique y cuidado de plántulas, acompañando con paciencia el proceso de germinación y crecimiento.
– Mantenimiento semanales a los plantines. 
– Preparación para plantación o venta, fortaleciendo la economía solidaria de la Fundación.

salidas de recolección de materiales

Además de las tareas de siembra y cuidado, tanto en la Huerta como en el Vivero realizamos salidas grupales para recolectar materiales necesarios para la elaboración de nuestro propio sustrato y abonos orgánicos.

Recolectamos:

– Bosta de caballo y vaca, fundamentales para preparar compost y bocashi.

– Restos vegetales, hojas secas y materia orgánica.
– Otros materiales naturales que contribuyen a enriquecer y regenerar nuestros suelos.

Estas salidas no solo son instancias de trabajo, sino también de convivencia y aprendizaje colectivo, donde se fortalece el vínculo entre voluntarios y con la naturaleza.

biocorredor camino a las yungas – Tejer el bosque con nuestras manos

El biocorredor es uno de los proyectos más importantes y trascendentes de la fundación. Se trata de restaurar y conectar ecosistemas, devolviendo árboles nativos al paisaje y fortaleciendo la biodiversidad.

temporada de plantación:

De diciembre a mayo, en época de lluvias.

tareas de voluntariado

– Relevar y marcar sitios de plantación en el corredor.

– Cavado de hoyos y colocación de tutores.

– Jornadas de plantación comunitarias, donde cada árbol es sembrado con intención. cuidado y compromiso.

– Monitoreo, mantenimiento y georreferenciación, asegurando que cada árbol en pie pueda crecer fuerte y ser registrado como parte del corredor.

– Grupo de difusión para atraer a nuevos voluntarios y/o sumar sponsor para que colaboren de manera monetaria y/o herramientas necesarias para nuestro proyecto.

Participar en el Biocorredor es dejar una huella imborrable en la tierra. Cada árbol plantado es un acto de amor hacia la naturaleza y hacia quienes vendrán. Es trabajar con la certeza de que estamos devolviendo vida al planeta.

huerta comunitaria

Cada sábado, de 8 a 12 hs y lunes 17 a 20 (temporada primavera-verano) lunes 15 a 18hs (temporada otoño – invierno) , la tierra nos espera para abrirnos sus brazos fértiles.
La huerta comunitaria es un espacio donde las manos se llenan de vida, donde cada semilla sembrada es un acto de confianza en el mañana, y donde el alimento crece con la fuerza del sol, el agua y la unión de la comunidad.

lo que hacemos juntos

– Sembrar y cosechar alimentos frescos y sanos, libres de químicos, llenos de energía vital.
– Guardar semillas de las mejores plantas, construyendo nuestro propio banco de semillas, un tesoro que asegura diversidad y continuidad para las próximas generaciones.
– Cuidar la tierra con prácticas agroecológicas, devolviendo a la Pachamama lo que nos ofrece:
compost, abonos orgánicos, respeto a los ciclos naturales y al calendario biodinámico.
– Transformar los frutos en conservas, comidas y sabores que nutren cuerpo y alma, y que, al venderse, ayudan a sostener el sueño colectivo.

Cómo compartimos la cosecha

La abundancia de la huerta se comparte:
– Entre voluntarios, como gratitud por el trabajo y la entrega.
– Con la comunidad, a través de ventas solidarias de productos frescos y accesibles.
– En creación colectiva, transformando parte de la producción en alimentos elaborados que se ofrecen en ferias y eventos, generando recursos para mantener viva esta práctica. Se ofrecerán a la comunidad bolsones agroecológicos semanales o quincenales.

porqué ser parte

En la huerta cada uno siembra mucho más que hortalizas:
– Siembra aprendizajes sobre cómo vivir en armonía con la naturaleza.
– Siembra amistades y comunidad, compartiendo charlas, risas y mates entre surcos.
– Siembra propósito, al sentirse parte de un movimiento que construye soberanía alimentaria y muestra que otro modo de producir es posible.


La huerta es un aula a cielo abierto, un altar vivo donde celebramos la unión con la tierra, donde
lo que sembramos juntos se multiplica en alimento, esperanza y futuro.

Aula Verde – Educación viva en la naturaleza

El Aula Verde es un laboratorio vivo de aprendizaje, donde chicos, jóvenes y adultos descubren que la naturaleza es nuestra mejor maestra.
Voluntarios acompañan talleres, visitas educativas y experiencias en contacto directo con el ecosistema.

actividades

– Guiar recorridos en el Jardín Botánico.
– Acompañar dinámicas con niños y jóvenes.
– Preparar materiales y juegos educativos.
 

Ser voluntario en el Aula Verde es inspirar a nuevas generaciones a amar y cuidar la tierra. Es recordar que la educación no ocurre solo en aulas cerradas, sino también en el aire libre, con los pies descalzos sobre el pasto.

 Educar no es solo transmitir, es vivir el ejemplo: y en Forestar se aprende haciendo, compartiendo y soñando en comunidad.

taller de bambú –  entre la naturaleza y la creación

El bambú es más que una planta: es un puente entre la tierra y el arte, una materia noble que nos enseña flexibilidad, resistencia y belleza.
En el taller los voluntarios descubren cómo este recurso puede ser manejado de manera sustentable y transformado en diseños y construcciones que sirven a la comunidad.

carga horaria

Todos los miércoles de 15 a 18 hs (3 hs).

campos del taller

Manejo del bambú: desde la plantación hasta la cosecha, respetando el calendario biodinámico, que asegura su mejor calidad y durabilidad.
Diseño con bambú: exploración creativa de objetos, estructuras y artesanías que nacen de este material vivo.
Construcción: aprender técnicas colectivas para levantar estructuras sustentables, funcionales y bellas.

El bambú enseña que la fortaleza puede convivir con la flexibilidad. Participar en este taller es sumarse a una experiencia única, donde las manos construyen, la mente diseña y el espíritu aprende a trabajar en armonía con la naturaleza.

Conversatorios en el Aula Verde – Crecimiento interior y vida cotidiana

Cada 15 días, el Aula Verde se transforma en un espacio donde las palabras, las ideas y las experiencias se entrelazan. Los conversatorios son mucho más que charlas: son puentes que conectan nuestra vida interior con el mundo que nos rodea, generando conciencia, aprendizaje y comunidad.

Qué hacemos en los conversatorios

– Exploramos temas de crecimiento interior: profundizando en el autoconocimiento
– Reflexionamos sobre la vida cotidiana: cómo aplicar lo aprendido en nuestra vida diaria, en el trabajo, la familia y la comunidad.
– Compartimos experiencias personales: creando un espacio seguro donde todos pueden expresarse y aprender de otros.
– Participamos activamente: se fomenta el diálogo, el intercambio de ideas y la colaboración para enriquecer la experiencia colectiva.
  
– Promueve la cohesión del grupo, fortaleciendo la comunidad de voluntarios.
– Inspira a aplicar aprendizajes en acción, integrando el cuidado personal con el cuidado del entorno y la naturaleza.
 
Los conversatorios son un espacio para crecer desde dentro hacia fuera: cada palabra, cada reflexión y cada intercambio es una semilla que nutre nuestra vida interior.
Participar no solo aporta conocimiento, sino que también despierta consciencia y fomenta la colaboración, haciendo de cada voluntario un agente activo de cambio y bienestar en su entorno.

Festival del Aula Verde –
Celebrar la vida, compartir comunidad

Cada año, en las vacaciones de julio, la Fundación organiza un festival que reúne a la comunidad en torno a la música, el arte, el aprendizaje y la celebración.
Durante dos días, el Aula Verde se convierte en un espacio de fiesta y encuentro

Propuesta del festival:

– Talleres para todas las edades.
– Feria de productos de la huerta y del vivero.
– Espacios de campamento, fogón y música.
– Arte y presentaciones culturales.
 
El festival es un momento de unión, un recordatorio de que todo lo que hacemos durante el año cobra vida cuando lo compartimos. Es una celebración del trabajo voluntario y de la comunidad que crece en torno a la naturaleza.

Roles para el Festival del Aula Verde

1. Coordinación General
 – Organiza el cronograma de actividades.
 – Supervisa que cada área esté cubierta.
 – Resuelve imprevistos durante el festival.
2. Equipo de Logística
 – Montaje y desmontaje de carpas, escenarios y espacios.
 – Distribución de sillas, mesas y materiales.
 – Control de insumos (agua, leña para fogón, elementos de cocina, etc.).
3. Recepción y Bienvenida
 – Reciben a participantes y visitantes.
 – Entregan información (cronograma, ubicación de talleres, feria, baños, zonas de descanso).
 – Registran a voluntarios y asistentes (nombre, contacto).
4. Facilitadores de Talleres y Actividades
– Se encargan de dictar o guiar los talleres (huerta, bambú, arte, juegos, etc.).
 – Preparan materiales con anticipación.
 – Motivan la participación de niños, jóvenes y adultos.
5. Área de Feria y Alimentación
 – Organización de los puestos de venta (productos de la huerta, conservas, artesanías, libros,
etc.).
 – Equipo de cocina y comidas comunitarias.
 – Caja y registro económico de las ventas.
6. Arte y Cultura
 – Coordinan música en vivo, danzas, teatro y expresiones artísticas.
 – Preparan los momentos de fogón, canto colectivo y actividades nocturnas.
 – Decoración del espacio con banderines, murales y señalética creativa
7. Área de Comunicación y Registro
 – Fotografías y videos de las actividades.
 – Publicación en redes sociales antes, durante y después del festival.
 – Difusión de agradecimientos y resultados posteriores.
8. Equipo de Cuidado y  Bienestar
 – Organización de rondas de limpieza y orden.
 – Cuidado de baños, espacios comunes y zonas de campamento.
 – Apoyo en primeros auxilios y acompañamiento a quien lo necesite.
9. Seguridad y Campamento
 – Aseguran que se respeten las normas de convivencia.
 – Supervisan el campamento (fogón seguro, silencio en horarios de descanso, etc.).
 – Orientan sobre zonas permitidas y restringidas.
Scroll al inicio